30 diciembre 2011

Viajé leyendo...


"Lectura" - Teodoro Sanz
Llorar, reír, aprender, amar, olvidar… La lectura es esa agencia que nos ofrece viajes a cualquier parte del mundo y nos permite experimentar todo tipo de sentimientos.

La lectura nos acompaña desde que nacemos. Crece con nosotros, nos forja y nos despide. Nos enriquece como personas, es parte de nuestro aprendizaje. Nos ayuda a recorrer el camino de nuestras vidas de una manera distinta. La lectura es lo que nosotros queramos que sea.

En un mundo tan frenético como en el que vivimos, una buena forma de desconectar es la que nos ofrecen las letras, las páginas, las ideas…todas aquellas partes que constituyen un todo, el libro. Un lugar donde sentarse, una buena lectura, y tiempo, mucho tiempo, el que podemos pasar inmersos en el mundo que el autor de la obra nos ofrece, el mundo que crea para nosotros. Es maravilloso cómo nuestra mente llega a desarrollar de tal forma la imaginación, que somos capaces de ampliar nuestros horizontes y ponernos en contacto con gente, lugares y costumbres lejanas a nosotros en tiempo y espacio. Y en ese momento, en el que el lector capta la idea de quien la escribió, podemos evadirnos de la tensión, de situaciones del día a día que nos superan, evadirnos de nuestro mundo real.

Pero dentro de esa posibilidad de relajación, la lectura puede llevar consigo un complicado proceso. Y no me refiero a otro que no sea el de “la elección”. Leer es elegir, pues el abanico de posibilidades que la literatura nos ofrece es muy grande. Tanto, que una persona no sería capaz de leer todos los libros que existen aunque pasara la vida empeñada en ello. Para esta difícil elección, muchas veces nos dejamos llevar por las modas. Sí, por esos best-sellers que traen de cabeza a la multitud, que la mayoría de veces no tiene ningún tipo de criterio cualitativo para escoger una lectura u otra. Una buena campaña de márquetin es, por desgracia, suficiente en muchas ocasiones para elegir qué libro queremos leer. ¿O debería decir qué libro quieren que leamos?

Lo bueno de la lectura es que el lector es el protagonista; es libre, manda de sus sensaciones, de aquellas que ese puñado de letras le aporta a su persona. Leer es una actividad plenamente condicionada por quien la lleva a cabo, por su estado de ánimo, por su edad… Sus experiencias personales condicionan la lectura que haga de los textos. No entenderá de la misma forma un libro con 15 años que la misma obra al cumplir los 50. Pero siempre ocurrirá algo, sin importancia de la edad: toda lectura deja huella en las personas.

Y esa imprenta que deja en nosotros un libro, del género que sea, nos acompañará a lo largo de nuestros días. Despertará de nuestra memoria esos recuerdos de nuestro tiempo libre, ese balancín de la terraza en el que leíamos, las vacaciones en la playa con un libro entre las manos, la biblioteca de nuestra ciudad… Esas lecturas que nos hacen recordar momentos agradables, son las que de verdad forman parte de nosotros.


“Por doquiera busqué la paz, sin hallarla más que en un rincón y con un libro”
Tomas de Kempis (monje cristiano renacentista del siglo XV)


Mari Carmen Montes 

22 noviembre 2011

Hostias consagradas

Polémico montaje fotográfico creado por Benetton 

    Benetton ha vuelto a hacer de las suyas. La firma de moda ha lanzado una nueva campaña publicitaria en la que líderes de todo el mundo comparten un apasionado beso. En los carteles de Unhate (contra el odio) vemos besarse a Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, Obama y Hugo Chávez y hasta el Papa y el imán de El Cairo. La Santa Sede, que es muy suya, ya ha puesto el grito en el cielo y ha conseguido en unas horas que se retiren todas las imágenes en las que se ve al Papa Benedicto XVI 'repartiendo amor'. 

    El Vaticano vuelve a dar seña de su falta de sentido del humor aunque, como de costumbre, han conseguido el efecto contrario del que buscaban. Con esto de las redes sociales de poco sirve la censura. El planeta entero estaba pendiente de Benedicto horas después del lanzamiento de la campaña. Aunque más que de él, de sus labios. El que pretendía ser un canto a la tolerancia ha resultado ser la mejor arma de los católicos apostólicos y romanos para cargar contra todo y contra todos. El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, ha considerado la foto una 'ofensa a los sentimientos de los fieles'. ¿Acaso están enamorados del Papa y se han puesto celosones? ¿o les parece que el imán de El Cairo es poca cosa para el Sumo Pontífice? Porque si es así podrían ellos proponer su pareja ideal, su media naranja. Así todos contentos. 

    Curiosamente han sido los fanáticos de la Iglesia los que han conseguido que se acabase retirando la campaña pero en ningún momento hemos recibido respuesta del imán de El Cairo, Mohamed Ahmed el-Tayeb. ¿No era la religión islámica la fanática?¿la que no se abría al mundo?¿la excluyente? El Vaticano vuelve a poner de manifiesto que la tolerancia es su punto débil y siguen estancados en tiempos pasados. Están tan acostumbrados a que se les baile el agua, encerrados en ese micro-universo de parroquias y bancos que han creado, que el más mínimo atisbo de crítica, desde esa Europa que están perdiendo, les asusta. Una Europa que ya no ve en la Santa Sede un lugar de culto y meditación sino el Disneyland de los feligreses. El Vaticano está perdiendo consumidores a medida que Benetton los gana. Amén. 

    Y es que lo que tiene que aprender el Papa y sus amigos es que se ha acabado su reinado. Han dejado de ser un monopolio y ya no pueden controlar el mercado a su antojo. El mundo evoluciona a un ritmo que parecen incapaces de seguir. Los limites ya no se ponen desde un púlpito. Las libertades mandan. La Iglesia ha dejado de entender el mundo en el que vive, a pesar del exceso de kilometraje del Papa móvil. Señor Benedicto: cada uno en su casa y Dios en la de todos. 

Carlos García Sánchez
Mari Carmen Montes Benlloch 

05 octubre 2011

Valencia también tiene "un color especial"

Aprovechando que, por lo visto, el otoño se resiste a aparecer con todo lo esta estación conlleva, tocaba salir y disfrutar del magnífico Sol que tenemos en el Cap i Casal...
Y con este clima, un simple paseo de media horita se te puede ir de las manos y llegar a estar unas cuantas horas dando vueltas por tu ciudad, descubriendo rincones que no habías visto y contemplando otros muchos espacios que te encantan....

























Mari Carmen Montes 

03 octubre 2011

“Por mí, por todos mis compañeros, pero por mí primero”

“Aislados”. Ese es el adjetivo que caracteriza al hombre del siglo XXI. Al hombre y a la mujer, claro está, no vaya a ser que me pillen aquellos que decían eso de “miembros y miembras”. Creemos que gracias a las tecnologías actuales somos capaces de relacionarnos con más personas y nos equivocamos. Quizás no del todo. Pero estamos muy desencaminados. El mundo se ha convertido en algo mucho más pequeño de las dimensiones que realmente tiene, que podemos recorrer el planeta Tierra de un lado a otro en poco tiempo, aunque sea de forma virtual. Pero en cuanto a las relaciones sociales, hemos llegado a un punto que deja mucho que desear.

Podemos saber qué comen nuestros ídolos, qué canciones están escuchando, conocer a sus mascotas y un largo etcétera, gracias a la ya conocida red social “Twitter”. Somos sus seguidores, les saludamos y esperamos que nos devuelvan el saludo; les preguntamos si tienen pareja, si se van a algún sitio de vacaciones y si han aprobado los exámenes (también los famosos publican su calendario de exámenes como si de un tablón de corcho se tratara). Pero luego somos capaces de subir a un ascensor y no pronunciar la complicada expresión “buenos días”. Puede que no nos lo hayan enseñado en las escuelas, ya sabemos el que el nivel académico español no destaca por su cualidad, pero ese es otro tema.

Lo preocupante es la pérdida de valores que está teniendo la sociedad. Se ha producido un contagio masivo de la enfermedad ”ya te apañarás”. Como si de la propagación de una enfermedad infecciosa se tratara. Y al parecer, no hay antídoto para curar el mal de los seres globales. Estamos creando a personas asociales, personas que no necesitan la ayuda de los demás –o eso creen. Habitamos un mundo global sin siquiera conocer el significado de esta última palabra. La RAE, gran institución donde las haya, define el término “global” como algo “tomado en conjunto”. ¿Conjunto de qué? Que se lo expliquen a los millones de habitantes del planeta que se tomaron al pie de la letra la cancioncita de “por mí, por todos mis compañeros pero por mí primero”. Por mí primero, por supuesto. 

Encarnamos ahora a los personajes de la historia que cuenta cómo los habitantes del infierno tienen tenedores para comer que miden dos metros. Nadie logra llevarse nada a la boca porque sólo piensan en ellos mismos y no se les pasa por la cabeza darle de comer al de enfrente. Así estamos evolucionando nosotros, sin darnos cuenta de que ofreciendo nuestra ayuda podemos recibir siempre algo a cambio y no tiene por qué mirarse desde el punto de vista del egoísmo. En una famosa pintada en el norte de Argentina se decía que Somos cultura que camina en un mundo globalizado¸ pero lo cierto es que somos millones de personas recorriendo a ciegas el mismo túnel evitando cualquier tipo de contacto con los otros viandantes. En todo caso, ya les saludaremos por Facebook.

Como se suele decir en estos casos, ¡sálvese quien pueda! Por si acaso, yo tengo mi tenedor, ¿tienes tú el tuyo?

Mari Carmen Montes

13 mayo 2011

¿Qué culpa tiene la farola de Canaletas?

Muchos hemos gritado, saltado e incluso llorado cuando nuestro equipo de fútbol ha conseguido grandes triunfos. Pero, ¿de verdad es necesario colgarse de las farolas, lanzar botellas de cristal por el aire o incluso provocar peleas sin sentido?

Siempre he visto el deporte como algo más que personas dándole a un balón (ya sea con el pie, con la mano, con raquetas…), conduciendo coches, motos… He visto el deporte como un conjunto de valores que pueden servir de inspiración para muchas personas y que pueden llevar a éstas a adoptar una serie de comportamientos y no otros. Es por ello que, cuando veo como muchos aficionados pierden la educación (si es que la tienen) para festejar el éxito de sus respectivos equipos siento VERGÜENZA.

Vergüenza porque en muchas ocasiones he tenido que defender la importancia de los deportes para la sociedad y estas actuaciones por parte de descerebrados me dejan sin argumentos cuando me preguntan si sigo pensando lo mismo respecto al deporte.

Pero sí, sigo pensando lo mismo y es que, afortunadamente se trata de una minoría; una minoría que, en muchas ocasiones acaba pasando la noche en un calabozo (aunque supongo que de poco servirá para que no vuelvan a comportarse de ese modo).

Lo más reciente, la celebración del título de Liga conseguido por el Barça. Resultado según ha informado Europa Press: 17 personas detenidas por los Mossos, la policía catalana detuvo a 7 personas por desórdenes públicos, lanzamiento de objetos y daños al mobiliario urbano; el Sistema de Emergencias Médicas realizó 18 asistencias (todas leves excepto la de un joven de 26 años que ha sido evacuado al Hospital Clínico tras caer en Canaletes). Pero aún así insisto, se trata de una “minoría descerebrada”, ya que se estimó que alrededor de 12.000 personas se congregaron para las celebraciones.

Pues eso, qué viva el deporte!
Mari Carmen Montes



Imagen: Europa Press



11 mayo 2011

¿Miedo?

Enciendes la tele. Te propones ver el informativo de la noche y empieza con las siguientes noticias:
  • Terremoto en Lorca, Murcia (número de fallecidos por confirmar)
  • Altercados en Grecia por su situación económica
  • Y la cuarta noticia (sí, me he saltado la tercera) es la última despedida del gran Severiano   Ballesteros.

Y ahora me pregunto, ¿qué será del mundo cuando me levanta mañana? Lo que está claro es que vivir con miedo es amargarse las 24 horas de los 365 días del año. Es por ello, que desde que aquí me propongo apartar el miedo de mi vida e intentar que quien pueda leer esto lo aparte también de la suya. Y no es miedo a algo concreto; se trata de ese temor que nos invade en muy diferentes ocasiones. Miedo a mostrarte como eres, miedo a tomar decisiones, miedo… una palabra que desde hoy voy a tachar en mi pequeño diccionario y que únicamente utilizaré, un pequeño resquicio de ella, como forma de precaución.

Una simple reflexión que me hace pensar en lo frágil que puede llegar a ser la vida. Un movimiento sísmico, una crisis económica causada por “señores” que, en época de bonanza afirman que los beneficios son para unos pocos, pero cuando llega la crisis, socializan las deudas (¡qué amables y generosos!), una enfermedad que te arrebata la vida… Tres ejemplos que, como he podido comprobar encendiendo esa caja cuadrada que, no sé si desgraciadamente o no, ocupa la mayoría de los salones, son el acontecer de cada día.
Nos preocupamos por cosas tan sumamente insignificantes que ver cómo se pueden truncar tus planes en menos de un segundo te hace pararte a pensar. Y en lo único que pienso es en que pienso aprovechar todos y cada uno de los días que se me pongan por delante. Que a quien me regale un mal gesto pienso responderle con una sonrisa (y que cada uno se lo tome como quiera). No haré uso del tópico literario acuñado por el poeta romano Horacio (sí, eso del Carpe diem que tantas veces se ha utilizado); me quedo con esta otra sabia frase:

<<No creas en el tiempo y cree en el ahora, 
que es lo único que sabes con certeza>>

De vuelta...

Porque a veces es mejor no preguntarse el por qué de las cosas. Este blog no tiene un objetivo concreto más que el de servirme a mí misma como espacio para expresarme sobre temas de lo más diversos y si, ya de paso, le es útil a alguien más, perfecto.

¿El nombre del blog? Una horchata en la plaza de la Virgen de Valencia, tres buenas personas a mi alrededor y un momento de confesiones personales [espero que no la tengas registrada! ;) ]

Sin más, hasta la próxima lectura!

Mari Carmen