Enciendes la tele. Te propones ver el informativo de la noche y empieza con las siguientes noticias:
- Terremoto en Lorca, Murcia (número de fallecidos por confirmar)
- Altercados en Grecia por su situación económica
- Y la cuarta noticia (sí, me he saltado la tercera) es la última despedida del gran Severiano Ballesteros.

Una simple reflexión que me hace pensar en lo frágil que puede llegar a ser la vida. Un movimiento sísmico, una crisis económica causada por “señores” que, en época de bonanza afirman que los beneficios son para unos pocos, pero cuando llega la crisis, socializan las deudas (¡qué amables y generosos!), una enfermedad que te arrebata la vida… Tres ejemplos que, como he podido comprobar encendiendo esa caja cuadrada que, no sé si desgraciadamente o no, ocupa la mayoría de los salones, son el acontecer de cada día.
Nos preocupamos por cosas tan sumamente insignificantes que ver cómo se pueden truncar tus planes en menos de un segundo te hace pararte a pensar. Y en lo único que pienso es en que pienso aprovechar todos y cada uno de los días que se me pongan por delante. Que a quien me regale un mal gesto pienso responderle con una sonrisa (y que cada uno se lo tome como quiera). No haré uso del tópico literario acuñado por el poeta romano Horacio (sí, eso del Carpe diem que tantas veces se ha utilizado); me quedo con esta otra sabia frase:
<<No creas en el tiempo y cree en el ahora,
que es lo único que sabes con certeza>>
1 comentario:
Me gusta!! La teoría todos la sabemos... ahora a la práctica, que cuesta un poquito más, pero sí, estoy totalemente de acuerdo... (Men)
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